Oclusión intestinal: cómo reconocer una urgencia digestiva
- Revenant Clinic
- 29 abr
- 3 Min. de lectura
La oclusión intestinal es una condición que puede parecer poco común, pero que requiere atención médica urgente. Se trata de una interrupción en el tránsito del contenido intestinal, lo que puede provocar molestias importantes y complicaciones si no se atiende a tiempo. En esta entrada te explicamos qué es, por qué ocurre, cómo reconocer sus síntomas y qué hacer en caso de sospecharla.
¿Qué es la oclusión intestinal?
La oclusión intestinal ocurre cuando los alimentos, líquidos y gases no pueden avanzar normalmente por el intestino debido a una obstrucción. Esta puede ser total o parcial, y afectar tanto al intestino delgado como al grueso.
A diferencia de otros problemas digestivos más comunes, una oclusión no se resuelve sola y requiere diagnóstico y tratamiento médico inmediato.

Principales causas de la oclusión intestinal
Existen diversas causas que pueden provocar una oclusión. Las más frecuentes son:
Adherencias: bandas de tejido cicatricial que se forman tras una cirugía abdominal.
Hernias: cuando una parte del intestino queda atrapada y se obstruye.
Tumores intestinales: pueden bloquear parcial o totalmente el paso.
Vólvulo: torsión del intestino sobre sí mismo.
Intususcepción: ocurre cuando un segmento del intestino se desliza dentro de otro, más frecuente en niños.
Síntomas comunes de una oclusión intestinal
Los síntomas pueden variar dependiendo de la causa y la gravedad, pero los más frecuentes incluyen:
Dolor abdominal intenso y persistente.
Hinchazón o distensión del abdomen.
Náuseas y vómitos, en algunos casos con olor fecal.
Incapacidad para evacuar o expulsar gases.
Sensación de llenura o presión en el abdomen.
Si alguno de estos síntomas se presenta de forma repentina, es importante no esperar: acudir de inmediato a una valoración médica puede evitar complicaciones graves.

¿Cómo se diagnostica y trata?
El diagnóstico suele realizarse mediante una combinación de exploración física, rayos X, tomografía computarizada o ecografía, según el caso.
El tratamiento depende del tipo de obstrucción:
En casos leves, puede intentarse un manejo conservador con hidratación intravenosa, reposo intestinal y monitoreo.
Si la obstrucción es total o hay signos de complicación, se requiere cirugía para liberar la obstrucción y evitar daños mayores.
¿Qué pasa si no se trata?
Una oclusión no tratada puede provocar:
Perforación del intestino.
Infección generalizada en el abdomen (peritonitis).
Necrosis intestinal (muerte del tejido).
Estas complicaciones pueden poner en riesgo la vida, por eso es fundamental actuar con rapidez.
Preguntas frecuentes sobre oclusión intestinal
¿La oclusión intestinal puede repetirse?
Sí. En personas con antecedentes de cirugías abdominales o enfermedades intestinales, el riesgo es mayor.
¿Se puede prevenir?
En algunos casos sí, por ejemplo evitando hernias no tratadas, pero otras causas como los tumores o las adherencias postquirúrgicas no siempre pueden prevenirse.
¿La cirugía siempre es necesaria?
No siempre, pero es común en casos graves o cuando hay riesgo de daño intestinal.
Conclusión: un diagnóstico a tiempo puede salvar vidas
La oclusión intestinal no es una molestia menor. Requiere atención médica inmediata y, en muchos casos, intervención quirúrgica. Si tienes dolor abdominal severo o síntomas persistentes, no te automediques ni esperes a que pase solo. Recuerda: esta información es orientativa y no sustituye una valoración médica profesional.
En Revenant Clinic, con sede en Ciudad de México, contamos con especialistas altamente capacitados para diagnosticar y tratar este tipo de urgencias digestivas. Agenda tu consulta en CDMX y recibe atención oportuna y especializada cuando más lo necesitas.
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